Cocinas americanas: la cocina abierta

Hace unos años el concepto de cocina americana o cocina abierta era una idea casi utópica en nuestro país.
 

Cocinas amplias, llenas de luz y con una conexión amplia al mismo comedor las incluía en el mismo corazón del hogar, sin separaciones ni límites. Simplemente te permitía alcanzar un nivel de confort nunca antes visto en los hogares tradicionales.

Con la llegada del interiorismo global, materiales más versátiles y la adecuación de los precios a un mercado abierto, las cocinas-comedor se han convertido en una de las opciones más reclamadas dentro del interiorismo. 

¿El por qué? Las ventajas hablan por sí solas, y las vamos a comentar sobre el ejemplo de un diseño de BK.

 

1 – Integración:

Lo primero que nos transmite el concepto de cocina americana es la accesibilidad e integración. Un vínculo directo, sin tabiques ni separaciones entre el cuarto de estar, comedor y cocina.

Visualmente, es esencial respetar las lineas, colores y sensaciones para conseguir la máxima uniformidad. Con un solo barrido de la mirada se debe poder abarcar la zona de descanso, el corazón de la vida familiar (la mayoría de las veces, la misma mesa) y la cocina y bancadas, siempre en sintonía en materiales, formas y colores alcanzando la naturalidad absoluta.
Si tus visitas ni tan siquiera se sorprenden de la distribución de tu hogar, es que el trabajo de interiorismo ha sido excelentemente realizado.

 

2 – Península o isla:

Ya comentamos en el anterior blog sobre los elementos indispensables de las cocinas modernas que la isla era el elemento predilecto de esta nueva generación.

Poder ganar superficie de trabajo donde antaño había un muro es uno de los cambios más celebrados de este nuevo concepto, pero ¿Por qué no optimizar aún más el espacio? 
La península no es otra cosa que dar un nuevo respiro a la bancada tradicional. Partiendo de una cocina engastada en la pared,nos permite darle ese toque sofisticado pero informal en el que la funcionalidad se amplia hasta su límite.

 

3 – La luminosidad como clave:

No es ningún secreto que la luz es uno de los elementos prioritarios en el interiorismo. pro desgracia no siempre es fácil dotar de ella a las estancias cuando la distribución del hogar es inamovible.

La cocina abierta nos ayuda a abordar esa problemática gracias a la variedad de su concepto.
Una estancia grande, diáfana y con múltiples entradas y focos de luz hace que la sensación de amplitud y luminosidad se multiplique.
La falta de tabiques permite compartir la entrada de luz natural y artificial de manera directa, y el uso prioritario de colores claros refuerza la sensación de vitalidad y optimismo que merece la estancia clave del hogar.

La combinación de estos elementos nos permite alcanzar nuevas cotas de confort. Dadle una vuelta al concepto actual de vuestra cocina. Es posible que que muy poco, vuestra cocina pueda traeros más facilidades de las que podríais imaginar en vuestra casa.